Lava los tomates cherry y alíñalos junto con la mitad de los dientes de ajo (sin pelar) con el aceite, la sal y un poco de pimienta negra molida.
Coloca en una bandeja y mete al horno a 130 ºC durante dos o tres horas, hasta que lleguen al punto de caramelización que desees.
En una sartén amplia pon un poco de aceite de oliva. Rehoga el resto de los dientes de ajo, pelados y picados, a fuego bajo hasta que se doren ligeramente, junto con la guindilla en aros (si la usas). Añade el puré de tomate, espera un par de minutos y apaga el fuego.
Ralla el queso y separa las hojas de albahaca de sus tallos, partiendo en trozos con los dedos las hojas más grandes.
Cuando los tomates estén listos, añade a la sartén. Separa los dientes de ajo asados y exprímelos para quitarles la piel, añadiendo el contenido a la salsa. Remueve para mezclar bien.
Cocina la pasta al dente en agua con sal abundante. Utiliza un utensilio de pasta para añadirla directamente a la sartén desde el agua hirviendo; el poquito de agua que caiga servirá para terminar de formar la salsa. Añade la mitad de la albahaca y riega con el chorrito de aceite de oliva.
Sirve con la albahaca restante, el queso rallado y el molinillo de pimienta para que cada cual se sirva a su gusto.