Lava muy bien las patatas y cocínalas sin pelar al vapor (30-40 min en el horno de vapor con 100% humedad) o bien hiérvelas en agua durante 12-15 minutos.
En una sartén, en seco, tuesta a fuego medio el comino, coriandro e hinojo durante dos minutos aproximadamente, hasta que huelan fragantes. Pasa a un mortero y machaca las semillas. O deja enfriar y muele en un molinillo de especias.
Escurre las patatas calientes en un colador durante un par de minutos si las ves húmedas. Rocía con el aceite y remueve para repartir por igual. Ponlas en una bandeja de horno metálica que resista el calor del grill y sepáralas para que se tuesten de manera homogénea.
Pon debajo del grill y enciéndelo al máximo. Deja que se doren, sin dejar de vigilarlas. Lo mejor es dejar la puerta del horno entreabierta para que el olor te avise si empiezan a quemarse; el grill es muy traicionero. Si las quieres muy doradas, puedes darles la vuelta para que se hagan bien por ambos lados, pero cuidado al sacar la bandeja, que estará extremadamente caliente.
Quita las hojas feas de la cebolleta o los ajos tiernos, lava y corta en rodajitas de medio dedo de espesor. Mezcla con el cilantro, las especias que has molido, la mantequilla derretida, y con los chiles picados si los usas, en una ensaladera.
Cuando las patatas estén doradas, utiliza una cuchara para cortarlas a la mitad en sentido longitudinal. La cuchara hará que queden bordes irregulares; esto no solo queda más bonito, sino que hace que las especias agarren mejor.
Añade las patatas al bol, la sal en escamas, el zumo de lima y una cucharadita de kabab masala (o las especias con que lo sustituyas; ver más abajo) y remueve con cuidado para mezclar bien.
Sirve con un par de cucharadas de crème fraîche, sola o mezclada con un poco de cilantro fresco picado.